Nouri el Mismari, exjefe de protocolo de Gadafi durante 35 años y refugiado en Francia, habla del comportamiento «loco y maquiavélico» del dictador libio
Después de 35 años como jefe de protocolo de Muamar Gadafi, Nuri el Mismari abandonó al dictador libio el pasado mes de octubre para refugiarse en Francia, donde ha pedido asilo político. Resulta muy difícil disociar su imagen –gafas oscuras, traje cruzado, porte enjuto y desafiante– de un pasado del que ahora afirma sentir «vergüenza» .
Según explicó ayer en una multitudinaria rueda de prensa en París, lo que le abrió los ojos fueron «los disparos con balas reales dirigidos al corazón y la cabeza» de un grupo de «niños y jóvenes manifestantes» pacíficos contra el régimen. Y, a raíz de la muerte de su hijo de un tiro en circunstancias poco claras, puso pies en polvorosa.
A Gadafi lo describe como «un maníaco» , un Maquiavelo que impone el terror con una consigna: «Que el pueblo me tenga miedo». Sobre su relación con las famosas amazonas, la guardia personal de Gadafi compuesta por 400 agentes femeninas, Mismari afirma que el dictador «confía en ellas y se siente protegido porque considera que las mujeres tienen más coraje».
En cuanto al papel del hijo mayor de Gadafi, el antiguo diplomático –en 1975 estuvo de embajador en España– sostiene que «no pinta nada». A su juicio, los hijos «se han dedicado esencialmente a robar y amasar dinero». Y habla de un avión cargado de dólares y joyas con destino a Bielorrusia.
Preguntado sobre el origen del bunga bunga (fiestas con mujeres cuyo término el presidente italiano Silvio Berlusconi atribuye a Gadafi), ofreció una confusa explicación en la que intervendría un rey africano que se negó a aceptar al líder libio como «rey de reyes» de Africa.
«O la muerte o el bunga bunga », habría sido la respuesta de Gadafi. Mismari cuenta cosas a medias. Alega que sus hijas están retenidas por el régimen. ¿Teme por sus vidas? «Si mueren lo harán como mártires» , sentencia.
ELIANNE ROS
PARÍS
PUBLICADO POR EL PERIODICO