CAPRILES CORAZON DE VENEZUELA

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CAPRILES CORAZON Y FUTURO DE VENEZUELA

martes, 15 de diciembre de 2009

LA BOLIBURGUESIA YA NO ESTA CON CHAVEZ

Venezuela encarcela a Ricardo Fernández, estrella de la nueva élite empresarial surgida al amparo del chavismo




• La oposición denuncia implicaciones del poder



ARTICULO PUBLICADO POR "EL PERIDICO" 15/12/2009 POR ÁNGEL BERMÚDEZ - CARACAS




Con menos de 45 años y sin heredar fortuna familiar, Ricardo Fernández Barrueco se convirtió en uno de los hombres más ricos de Venezuela, con un patrimonio estimado en 1.100 millones de euros en el 2005. Hoy está en la cárcel.
Este hijo de inmigrantes españoles era uno de los más representativos miembros de la llamada boliburguesía (burguesía bolivariana), expresión que designa a la nueva élite económica surgida al amparo del Gobierno de Hugo Chávez. Su caída en desgracia ha revelado lo que era un secreto a voces: el crecimiento a velocidad sideral de algunas fortunas, favorecidas por funcionarios gubernamentales.
La incursión de Fernández en la Champions League de los negocios venezolanos ocurrió cuando las autoridades le solicitaron ayuda en la distribución de alimentos para afrontar el paro empresarial de finales del 2002. Gracias a él y a otros boliburgueses, como el empresario Wilmer Ruperti, el Gobierno de Chávez logró sobrevivir.

Tras el paro, Fernández se convirtió en el principal proveedor de la red estatal, Mercal. A cambio de garantizar la distribución de alimentos en el país, pidió al Gobierno que le facilitase los trámites burocráticos y, según el diario El Universal, recibió un pagaré por 1.200 millones de euros con el que amplió su flota de transporte hasta superar los 2.000 camiones.
Luego vendría la compra de cuatro bancos y el intento frustrado de adquirir la tercera empresa de telefonía del país, por más de 470 millones de euros, operación con la cual habría coronado la que parecía una brillante trayectoria.
Pero la historia se torció. Fernández está imputado por distracción de recursos de los clientes, apropiación indebida de créditos y asociación para delinquir; sus bancos están intervenidos y el resto de sus empresas van a ser expropiadas. Sus contactos políticos parecen haberse esfumado tras los ataques del propio presidente Chávez, quien lo calificó de «delincuente» y «bandolero».
La caída de Fernández Barrueco abrió la caja de los truenos. De acuerdo con las autoridades, el crecimiento de su imperio bancario, que abarcaba casi 6% de los depósitos del país, se hizo utilizando el dinero de los clientes.
Lo que no señala el Ejecutivo, pero sí personajes de la oposición como el diputado Ismael García o el editor del diario Tal Cual, Teodoro Petkoff, es que los bancos de Fernández recibieron inmensos depósitos de fondos públicos, que algunos cifran en 5.800 millones de euros.
Redes de negocios
Henry Ramos Allup, secretario general del partido opositor Acción Democrática, denunció la existencia de redes de negocios que incluyen a bolifuncionarios, altos jerarcas del Gobierno que supuestamente han favorecido el enriquecimiento de los boliburgueses. Entre ellos se menciona a Rafael Ramírez, presidente de la compañía estatal de petróleo (PDVSA), y Alejandro Andrade, tesorero de la Nación.
Según Ismael García, la caída de Fernández Barrueco responde a una lucha por el poder entre grupos políticos y económicos vinculados al chavismo. «Yo he denunciado a José Vicente Rangel, exvicepresidente de la República; a Diosdado Cabello, ministro de Obras Públicas; a Adán Chávez, gobernador del estado de Barinas y hermano del jefe del Estado; y a Jesse Chacón, ministro de Ciencia y Tecnología», apunta.
Chacón puso su cargo a disposición del presidente después de que el Gobierno interviniera otros tres bancos pertenecientes a la boliburguesía, uno de ellos presidido por su hermano, Arné Chacón, quien fue detenido. Chávez aceptó la renuncia del ministro y se ha esforzado por desvincularse del caso al presentar lo ocurrido como el delito de unos banqueros privados, obviando mencionar la masiva inyección de fondos públicos recibida por esas entidades, así como la presunta complicidad de funcionarios gubernamentales.
Mientras tanto, crecen las especulaciones sobre las razones de la caída de los primeros boliburgueses: unos analistas deducen que es consecuencia de sus supuestos delitos, pero otros les acusan de haber actuado con ostentación, pecado muy grave cuando se está vinculado a un Gobierno que, como el de Chávez, se jura enemigo del capitalismo y no duda en afirmar que «ser rico es malo».